Síndrome del miembro fantasma
Síndrome del miembro fantasma
Se denomina 'Síndrome del miembro fantasma' al cuadro de sensaciones que algunas personas sienten en un miembro amputado. Tiene una incidencia de entre el 70 y 80% de las personas con amputación.
Son sensaciones que persisten a pesar de ya no tener esta parte del cuerpo: dolor, picor, hormigueo, pinchazos, descargas eléctricas, descortezado, percepción térmica, impresión de los dedos moviéndose, estar en una posición extraña o que la parte del cuerpo se endurece o se esconde.
Esto se explica por la persistencia de las áreas cerebrales dedicadas a la parte del cuerpo que se ha amputado. Como estas zonas de nuestro cerebro no reciben respuesta del miembro, el órgano genera una descarga espontánea para intentar provocar una reacción, es decir, es una proyección cortical.
Este concepto médico fue atribuido a Ambroise Paré en el siglo XVI, pero la primera investigación científica rigurosa la llevó a cabo el doctor estadounidense y fundador de la neurología americana Silas Weir Mitchel, a partir de las experiencias de soldados heridos en la Guerra de Secesión.
Estas sensaciones fantasma se reducen considerablemente una vez protetitzado, ya que las áreas cerebrales empiezan a recibir información sensitiva y, sobre todo, porque visualmente tenemos una imagen corporal completa.
Hay que diferenciar entre:
- Dolor de muñón: Mal que persiste más allá del periodo de cicatrización. Normalmente se debe a problemas estructurales, alteraciones de los nervios del muñón y/o un problema en el encaje de la prótesis.
- Sensación del miembro fantasma: Son percepciones psicológicas molestas en la extremidad amputada. En ningún caso en el muñón o la cicatriz.
Existen varias terapias que se pueden aplicar para paliar esta patología como la farmacológica, la médica, la fisioterapéutica y la psicológica.